viernes, diciembre 09, 2005

VOLANDO PELIGROSAMENTE

Podemos esperar a que ocurra alguna desgracia. Como siempre. Hay que esperar a que esas avionetas que pasan sobre nuestras cabezas, algunas haciendo manifiestamente alguna maniobra poca ortodoxa (¿es que hay alguien que vigile, retire el permiso de piloto, o multe al acróbata?).

Cada vez es más frecuente en la sierra de Madrid ver este tipo de comportamientos, como volar a baja altura, ala delta con motor haciendo caida en picado con el motor apagado para reiniciar cerca del suelo el arranque del motor y volver a coger altura... un sinfín de gracietas, como la de la foto, sin ir más lejos: Parece que intenta tocar al vecino para sorprenderle.

Tendremos que esperar a que ocurra una desgracia. Ya se sabe que este no es el pais de las previsiones. Ni mucho menos. Mientras tanto a seguir disfrutando de la incorporación de nuestra sierra a los pasillos aereos de líneas comerciales, cuyo reactores nos recuerdan que no estamos tan lejos del mundanal ruido, que creíamos haber dejado atrás, y las proezas a baja altura de algunos kamikaces, domingueros de la aviación. Cada día necesitamos una dosis más abundante de suerte ante nuestra arraigada imprevisión nacional.

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