La tala de miles de árboles tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, solo puede entenderse como un acto de desprecio al Estado de Derecho.
Los ciudadanos esperamos que los responsables directos e indirectos de dicha tala, sean castigados por cada uno de los árboles destruidos. Ello ayudaría a la recuperación del citado Estado de Derecho, herido gravemente tras una década de asalto al mismo por parte de las hordas del ladrillo y la especulación.
¿Sabe alguno de nuestros políticos que hay otros medios de generar riqueza y bienestar social que no están basados en las promociones inmobiliarias y en la destrucción medioambiental y paisajística?.
Otro mundo es posible, pero hay que lucharlo.
miércoles, octubre 11, 2006
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