AGUIRRE OFRECE «GARANTÍAS ECONÓMICAS» A LOS PUEBLOS AFECTADOS POR EL PARQUE NACIONAL DE GUADARRAMA EN EL PARQUE NACIONAL Y EN LA «ZONA PERIFÉRICA»
ABC 9 FEBRERO 2006
MARÍA ISABEL SERRANO, ABC
MADRID. «No tengáis miedo. La declaración de parque nacional para la Sierra de Guadarrama va a ser algo muy positivo». Palabras de tranquilidad de la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre, a los 37 alcaldes de la zona serrana durante el acto de presentación, ayer en El Paular, del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del parque madrileño, adelantado ayer por ABC.
El mensaje de tranquilidad de Aguirre se acompañó de una promesa: habrá suficientes garantías económicas para compensar lo que los ayuntamientos dejen de ingresar en sus arcas por la disminución de promociones urbanísticas. De hecho, en la «zona de transición» del PORN, que sería como el bronce en una competición deportiva (el oro sería el propio parque nacional y la plata la «zona periférica», ésta última con sus parques regionales y paisajes protegidos), y que tendrá una extensión de 25.100 hectáreas, se prohíbe urbanizar en los terrenos protegidos y en aquellos con más del 30 por ciento de su superficie arbolada.
Los edificios serán, como máximo, de dos alturas y en su construcción se aplicarán normas estéticas y paisajísticas, han asegurado fuentes oficiales.
PRESERVAR ECOSISTEMAS
En el PORN de la Sierra de Guadarrama se dibuja, en primer lugar, un parque nacional que tendrá máxima protección ambiental y una extensión de 34.540 hectáreas. En segundo lugar, la llamada «zona periférica», a modo de «abrigo» del parque nacional y que, en este caso, se arropará con los Parques Regionales del Alto Lozoya y de la Cuenca Alta del Manzanares. Esta «zona periférica» tendrá 40.985 hectáreas Su grado de protección no será tan estricto como el de un parque nacional, pero suficiente para preservar ecosistemas y naturaleza.
Por último, la «zona de transición», con sus 25.100 hectáreas citadas, corresponderá a los núcleos urbanos y a otras dignas también de protección.
El Monte Abantos será un «paisaje protegido» y tendrá un tratamiento protector similar al de la «zona periférica». El equipo que ha elaborado el PORN de la Sierra de Guadarrama, capitaneado por el catedrático de Geografía, Eduardo Martínez de Pisón, ha aconsejado que, para afianzar más la protección del terreno y evitar cualquier despropósito urbanístico, la «zona periférica» (que abarca los dos parques regionales y el Monte Abantos), disponga de la figura de un director, una zonificación, presupuesto propio y patronato.
USOS Y LIMITACIONES
En el PORN se establecen dos tipos de usos con las zonas protegidas: los tradicionales (madera, ganadería y leña) y los recreativos, tales como senderismo, turismo sostenible y montañismo. Entre las limitaciones, la más importante es la de no urbanizar dentro del parque nacional ni de la «zona periférica». Tampoco se permiten los parques eólicos y los vertederos ni la industria a no ser que ésta se ubique en suelos autorizados y con criterios ambientales. Para la «zona de transición», como ya queda dicho, no se podrá edificar en donde haya más de un 30 por ciento de superficie arbolada o en terreno protegido, y nunca más de dos alturas.
El PORN establece una protección -de distinto grado, eso sí-para toda la espina dorsal de la Sierra de Guadarrama, desde los montes de Santa María de la Alameda, al sur, hasta Somosierra, en el extremo norte de la región. Toda la zona protegida se extenderá desde las cumbres de las montañas hasta las faldas inferiores e incluso valles completos como el del Alto Lozoya, y llegaría hasta San Lorenzo de El Escorial por el sur, Manzanares el Real y Soto del Real por el este, y La Cabrera por el norte.
La cota mínima se sitúa en El Paular, con 1.150 metros, y la máxima, de 2.428 metros, en el Pico de Peñalara.
AMOR A LA MONTAÑA
El Plan de Ordenación de Recursos Naturales saldrá a información pública en menos de 48 horas, aseguró ayer la presidenta regional. Ella espera que sean numerosas las aportaciones de toda la sociedad y los pueblos afectados.
Eduardo Martínez de Pisón, que participó en el acto de ayer, dijo que «tras 80 años de espera, Guadarrama ya no es un monte perdido. Es una realidad que respeta a la población. Ofrece usos nobles y amor a la montaña Está hecho con mucho realismo.
¡Por Madrid, que no quede!», dijo el profesor.
jueves, febrero 09, 2006
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